20# La especialización no es mala
¡Hola ! Soy José Mira, abogado, y te doy la bienvenida a este espacio llamado Cosas de Derecho donde comparto mi visión de las cosas que considero de interés.
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Jolín, 20 ediciones ya de Cosas de Derecho, y la verdad es que me lo estoy pasando genial. 20 sábados de turra.Disfruto compartiendo mis ideas, mis pensamientos y esencialmente mis locuras con las personas que han decidido darle al botón de suscribirse. 124. Que pueden parecer pocos, pero para mi son una verdadera locura.
Otro de los elementos que han ayudado a crecer, sin duda, ha sido la iniciativa de Firma Invitada, en la que distintas personas de relevancia profesional comparten sus inquietudes con toda esta lista de seguidores.
Entrando ya al turrón, (expresión nunca mejor traída teniendo en cuenta las fechas) cuando me he planteado el día de hoy sobre qué hablar, me han venido a la cabeza muchas cuestiones de interés. Pero he decidido hablar de algo que se me ha pasado por la cabeza en alguna ocasión, y es precisamente lo complicado de esta cambiante profesión y la importancia de una cierta especialización en beneficio de los clientes.
Recientemente me he topado con un asunto que me ha llegado ya en segunda instancia sobre un tema de nombramiento de administradores, cambio de órgano de administración (de consejo de administración a administradores mancomunados) dentro de un conflicto de socios. Pues bien, cuando llega el asunto en segunda instancia veo que, en el trámite de contestación a la demanda se podrían haber indicado determinados hechos (e incluso haber practicado prueba) para tratar de que desestimen la demanda.
También, determinadas cuestiones y fundamentos en el recurso de apelación, tras la sentencia que no se alegaron. Y la verdad es que es complicado saber de todo. Yo, por ejemplo, declino cuestiones administrativas e incluso penales.
Creo que es importante saber decir que no a determinados asuntos. Especialmente porque pasan estas cosas. Nos encontramos ante cuestiones concretas, que muchas veces ni los que tratamos de especializarnos podemos saber al 100%, pero que, dada la concreción del caso, conociendo las cuestiones más generales de la especialidad, podemos resolver, o por lo menos defender.
Los clientes vienen en un momento procesal que únicamente nos quedaría acudir al complejo recurso de casación, por no haber actuado en la instancia de forma correcta. La Primera Instancia, en este caso en el juzgado de lo Mercantil, es determinante para el desarrollo del procedimiento.
¿Y ahora qué hacemos? Pues agarrarnos a la mesa. Comúnmente se dice:
Si los hechos te dan la razón, acógete a los hechos. Si la ley te da la razón, acógete a la ley. Si ni los hechos ni la ley te dan la razón, cógete a la mesa.
Es complicado, en muchas ocasiones, explicarle al cliente que ha fallado con el profesional elegido. Pero sucede igual si queremos que un otorrinolaringólogo nos de un tratamiento para un problema de hígado, por ejemplo. Si en los médicos lo tenemos aceptado, ¿por qué no en la profesión? Es lo menos que podemos exigir. Si tenemos un problema urbanístico, ir aun abogado urbanista.
Incluso, por un tema de confianza, yo derivo asuntos a otros compañeros, eso si, haciendo seguimiento del transcurso del procedimiento por una cuestión de que el cliente se sienta acompañado, y que, de un modo u otro, sepa que la persona en la que confía normalmente está al tanto del problema. La verdad, creo que no cuesta nada.
¿Creéis en la especialización? ¿La practicáis?